martes, 31 de enero de 2012

No me hace falta febrero

Sufro con cada febrero. Yo hubiera declarado que el día del amor coincidiera con los meses más calurosos. Así que si me vas a regalar flores no las quiero. Porque si las mandas con alguien no tiene gracia. ¿Cómo entonces te agradezco en besos? Mejor mándate tú en un sobre, aunque yo misma lo sugiero me haré la soprendida para que piense el mundo entero lo que quiera mientras te digo bajito una cosa que solo oímos tú y yo. Tampoco te tomará de sorpresa pero hazte el sorprendido para que el mundo comente lo que quiera mientras te digo de nuevo, lo mucho que yo te quiero. No tiene que ser febrero, porque de hecho todavía es 31.