domingo, 22 de enero de 2012

Abuelo

Cuando comencé a jugar ajedrez tenía más o menos 7 años. Aunque provengo de una familia con tradición, jamás alcancé un lugar sobresaliente. A mí me encantaba estudiarlo pero francamente estar sentada tanto tiempo me ponía intranquila. La última vez que jugué en un evento importante tenía 12 años (sin contar los Juegos Criollos en la universidad). Era una competencia provincial y yo no había perdido hasta el 30 de enero. Fue mi última partida muy importante y recuerdo, a pesar de la distancia que yo llevaba las piezas negras. Casi era de noche, la ronda, se había extendido un poco más. A las 8:50pm, según supe después, separado por 17 kilómetros de mí murió abuelo: hecho, que por cierto yo jamás consideré en mis pronósticos de la vida.

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La promesa

Él me había prometido que jamás se iba a ir de mi lado. Una vez pregunté : “Abuelo, ¿cuándo te vas a morir?” Creo que fui tan ingenua porque no tenía un verdadero concepto de lo que significaba la muerte. Mi referencia más cercana había sido hasta entonces el personaje de Francisca y la muerte, que como algunos sabrán vino a llevarse a la ancianita y finalmente no cumplió su misión. Entonces abuelo me aseguró que no se iría hasta que no tuviera alguien más que me cuidara, alguien que por supuesto tendría que pasar por su aprobación, por un riguroso examen (más difícil que los doce trabajos de Hércules). Yo dije no estar de acuerdo y por fin coincidimos en que llegado el día de morirnos, nos apretaríamos las manos y entonces el otro también podría irse para siempre. Recuerdo como si fuera ayer los gritos de mami: “No le digas esas cosas, que después a ver cómo le explicamos”. Él replicaba sin alterarse: “ese no es mi problema, ya le explican ustedes como puedan”.

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A mis 12 años no estaba lista todavía para dejarle partir. Pero diez años después todavía siento a veces, cuando el viento sopla suavecito, que está más próximo que nunca. Porque no incumplió su promesa. Ha estado más cerca en estos días cuando el calendario indica que se cumple aniversario de su desaparición física.