jueves, 26 de enero de 2012

Deseo

Voy a subirlo bien alto, donde nadie pueda alcanzarlo. O tal vez lo esconda en algún lugar del océano o en el patio de la casa, pero tendré que escribir en un papelito donde fue que lo puse. Con esta mala memoria, que no me llega ni a 128MB, no es que no quiera acordarme pero estoy convencida de que segurito que lo olvido. Ya sé, voy a esconder tu nombre de galán de telenovelas, como dice mi abuela, en mis sueños. Ni tú podrás sacarte de ahí, serás mío para siempre y te veré también despierta únicamente al cerrar los ojos. Entonces, cuando te sueñe, me querrás para siempre y como es lógico, ya no querré despertar. A lo mejor, ahora caminando me encuentro al genio de la lámpara, me da tres deseos y aprovecho uno solo. Le prometo que si me lo cumple rápido enseguida le doy la libertad. Uno solito, un solo deseo. Pero que lo cumpla rápido porque ya no aguanto. ¿Quieres saber mi deseo? ¿Y si te lo digo y luego no se cumple? Ah no, que eso es con las velitas del cumpleaños. ¿De qué estaba yo hablando? Oh sí, que te cuente el deseo. Bueno... si me dijeran pide un deseo, muy fácil, después de haberlo pensado mucho,

gritaría tu nombre.